Actualizado el 7 abril, 2024
Vuelvo a mis recuerdos de viajes anteriores, y hoy van dedicados a los de la guerra de Vietnam, uno de los aspectos más interesantes de este país. Tan famosa en los anales de la Historia por ser la primera gran derrota de Estados Unidos.
Derrota por unas gentes que con escasos medios y creo que formación militar decidieron luchar contra el invasor.
Una guerra que duró más de 15 largos años, y tuvo como detonante impedir la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista.
Las cifras de muertos de la guerra de Vietnam oscilan entre 1 millón y 5,7 millones de personas.
Vaya diferencia eh? El caso es que tras estos números hay personas, familias enteras, amigos, vecinos… que tenían una vida.
Menos de 60.000 fueron muertos y desaparecidos estadounidenses.
Soy de las que piensa que la guerra es un sucio invento que ocupa al ser humano desde siempre y que nunca, nunca entenderé.
También que la mayor responsabilidad suele ser del que tiene más recursos y poder para meterse en la guerra, sea cual sea. Responsabilidad que se traduce en culpabilidad de muertes y gran sufrimiento de otros seres humanos.
Con esto no justifico que en el bando «débil» se den conductas violentas que conlleven sufrimiento y muertes del contrincante. Ni que su causa sea justa en todos los casos.
Como acabo de decir, condeno la guerra y a todos los que entran y juegan un papel activo en ella. Empezando por los gobiernos y las industrias armamentísticas. Porque la culpa de la guerra no es igual para todos, como casi nada en este mundo.
Dicho esto… me voy a centrar en las visitas que uno puede hacer en Vietnam en relación con ese tristísimo capítulo de la historia.
Aunque no se busque, el recuerdo de la Guerra de Vietnam está presente en muchos sitios.
Desde los gorros de tela verde camuflaje como los que llevaban los del Viet Cong, que se pueden comprar en muchos sitios, hasta las «reliquias» de los mercadillos. Objetos de aquellos años como mecheros americanos, o cascos.
También puedes ver desde la carretera los antiguos angares del aeropuerto de Hue. Los hemos visto muchas veces en las fotografías de aquellos años y en las películas que el cine nos ha traído. Es más que fácil imaginarse a los aviones cargados de soldados y armamento que el ejército de los EEUU llevaba hasta allí.
Además, aunque Vietnam ha sido limpiado de minas en estas décadas, aún quedan muchas en los campos. Y generan accidentes con bastante frecuencia.
Es por eso que según nos contaron, antes de edificar una casa (pongamos que os compráis una parcela), hay que llamar al Ministerio de turno para que revisen bien el terreno. Porque lo normal es encontrar minas o bombas y no es cuestión de andar con la excavadora a lo loco. Normativas que se han establecido después de muchos accidentes, y que aun así es probable que no evite todos.
Los túneles de Vinh Moc
Hay otros más famosos y frecuentados por los turistas, como los túneles de Cu Chi, cercanos a Ho Chi Min, pero yo fui a los de Vinh Moc.
La principal diferencia es que los de Vinh Moc están tal cual quedaron. No se han retocado, no ha ampliado la altura y anchura para los turistas. Sólo han reforzado algunas entradas para que no se caigan.
Situado al norte de lo que llaman la Zona Desmilitarizada, el pueblo de Vinh Moc se encontró sin comerlo ni beberlo en medio de una de las zonas más bombardeadas.
Todo el pueblo se puso manos a la obra para crear un lugar en el que refugiarse, vivir, y ayudar al Viet Cong en su lucha. Cavaron con sus herramientas del campo y sus manos durante 18 meses.
Escondiendo la tierra para que los americanos no se dieran cuenta, llegaron a construir varios kilómetros de túneles angostos con pequeños habitáculos para hacer toda su vida allí.
Cuando digo «toda su vida» es cierto. La visita a los túneles de Vinh Moc es impresionante.
Antes de llegar a los accesos a los túneles se observa claramente los cráteres que las bombas dejaron en el bosquecillo que hay en la superficie.
Acompañados por un superviviente
Recuerdo que era una mañana despejada, cargada de calor y altísima humedad.
Un hombre con discapacidad intelectual se acerca por el sendero y muy sonriente y amable nos invita a seguirle. Es uno de los 17 niños que nacieron en los túneles.
Se crió allí dentro y según nos contaron nunca ha salido de aquél perímetro.
Vive acogido por otra familia, pues sus padres murieron hace tiempo. Con el dinero o regalos de los turistas se procura el sustento.
Los túneles tienen 12 entradas de las cuales siete dan al mar. Cuando los descubrieron, los buques norteamericanos atracaban frente a ellos. Bombardeaban sin cesar esas puertas para evitar que nadie escapase por allí.
En fila india, recorres aquellos túneles en los que sólo cabe una persona y no siempre de pie. Hace mucho calor y prácticamente no hay ventilación.
Lo peor es que escuchas los sonidos del exterior muy amplificados porque hay un potente efecto eco. Ahí es cuando uno se para y piensa ¿cómo sonarían las bombas aquí, día y noche? Terrible.
Los habitáculos donde dormían, donde se curaban de sus heridas, cocinaban o parían, son minúsculos.
Han colocado algunos muñecos para que te hagas una idea… y de paso te des algún susto. La escasa iluminación y la posición de los mismos no permiten adivinarlos hasta que pasas a su lado. Reconozco que ahí me eché alguna risilla, que también es un mecanismo de defensa… el humor, digo.
Hay 3 niveles de profundidad, entre los 12 y los 23 metros. En el más profundo es donde los sonidos del exterior reverberan con mayor fuerza. Para volverse loco.
Es entonces cuando te das cuenta de lo que somos capaces de aguantar por sobrevivir, de la fuerza y capacidad de resistencia que tenemos
En la superficie hay un pequeño museo donde se recogen fotografías de la guerra de Vietnam. La mayoría mostrando a los jóvenes enrolados en el Viet Cong en actitud/pose triunfalista.
No, no es objetivo. De hecho el Estado vietnamita no lo es ni lo ha sido en todos estos años.
Y no me extraña, porque en la memoria siempre quedará toda esa gente desaparecida. Casi toda una generación desaparecida ¿Ya os he dicho que en Vietnam no se ve mucha gente mayor?
Museo de la Guerra en Ho Chi Min
El otro lugar del que quería hablaros es el Museo de los Vestigios de la Guerra, en Saigón (actualmente Ho Chi Min).
Una visita, desde mi punto de vista, imprescindible en vuestro paso por esta loca y vibrante ciudad.
A través de varias salas la guerra se despliega ante nosotros. Lo hace desde su punto de vista. Una vez más, no es un museo imparcial.
Hay que tener en cuenta que es una guerra muy reciente, con fotos impresionantes y muchísimos objetos.
Ya habréis oído que la guerra de Vietnam fue la primera de las guerras cubiertas por los medios de comunicación, y en especial la televisión, casi en directo. La cantidad de reporteros y los testimonios gráficos fueron muchísimos.
Después EEUU la ha retratado infinidad de veces en el cine y las series de TV. Desde muchos ángulos. Sobre todo desde el grito pacifista que surgió en los años 60-70 al ver que no iban a ninguna parte, que acabarían perdiendo. Y que también para ellos estaba siendo una carnicería.
Aun así, yo me pregunto: ¿qué han aprendido, que siguen votando a gobernantes que después han generado más guerras y muchas se han aplaudido o han servido para, incluso, calmar la venganza y el dolor por agresiones tan bestias como la del 11-S? ¿sirvió para algo aquél brote pacifista, aquella protesta?
¿Qué hemos aprendido de la I y II Guerras Mundiales?
¿qué se está aprendiendo de Afganistán, Iraq…? Nada, aparte de nuevas técnicas y maquinaria de guerra. Nada. Sólo se consigue muerte y destrucción. Perdón, y votos en las urnas, y enriquecimiento del PIB de los países ricos con la industria armamentística.
En el patio exterior del museo hay tanques y aviones utilizados en aquellos días. También una reconstrucción de una cárcel y los métodos de tortura que aplicaban los estadounidenses a los sospechosos de pertenecer o ayudar al Viet Cong (o sea, todos menos los que colaboraban con ellos), que eran terribles.
Hay una sala dedicada a las víctimas de las armas químicas que EEUU arrojó sobre el pueblo vietnamita, y las consecuencias de las mismas en las siguientes generaciones. Niños con malformaciones, enfermedades incurables… las propias quemaduras del momento. En concreto, utilizaron el agente naranja que por cierto parece que lo han usado también en Iraq :(
Hay gente que sale de allí llorando. No fue mi caso, pero me impresionó mucho.
Otro detalle que personalmente me ha hecho pensar y removerme en mi interior: van muchos turistas norteamericanos, incluso antiguos combatientes.
Todos sabemos que muchos se avergüenzan (y hasta tiene un nombre: Síndrome de Vietnam). Y que muchos sufrieron directamente las consecuencias física y emocionalmente.
Por eso mismo entiendo que quieran ir y visitar lugares como éste. Pero a la vez me sorprende. No sé si sería capaz de ir a remover los recuerdos personales, o la memoria de los familiares fallecidos en la contienda.
Así, en frío, se me hace cuesta arriba.
Pero también es que la guerra se me hace muy cuesta arriba.
¡¡NO A LA GUERRA!!
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- Mercado de Bac Ha
- Hoi An, la antigua Faifo
- La Bahía de Ha Long
- Qué ver en Hanoi, esa ciudad
- El Norte de Vietnam: trekking en la zona de Bac Ha
parece que Vietnam es más bello en la mirada propia tuya. Gracias a compartirnos tus sentimientos de un país asiático, pequeño pero tan lindo de Asia.
Gracias a vosotros por pasar por aquí y comentar :)