Mientras la lluvia golpea en la ventana, me he puesto a recordar los días de tormenta en el Mediterráneo y de ahí a escribir sobre los pueblos del interior de Naxos me ha faltado poco. Este es un post que os debía, así que vamos a ello, especialmente si planeáis una visita a esta preciosa isla.
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Visitar los pueblos del interior de Naxos, la isla más grande de las Cícladas, puede dar para varios días
Especialmente si os movéis en transporte público, como hice yo. De hecho no visité todo lo visitable, porque iba con la calma que quería y sujeta a los horarios de autobuses que recorren la isla. En realidad son un par de líneas con múltiples paradas.
Así, hoy os voy a hablar de Filoti, Apiranthos y Halki. Si queréis completar consejos y lugares que ver en la isla, yo no dejaría de ir a Ano Sagri para acercarme al precioso templo de Deméter haciendo un paseo por los campos.
Filoti, el pueblo con forma de anfiteatro
Desparramado en las laderas que suceden al monte Zas, el más alto de las Cícladas, Filoti es un conjunto blanco.
Está a 19 km de la capital y es el que más población tiene de toda la isla, unas 2.000 personas.
Todas sus calles son empinadas, con escaleras de piedra que ayudan a moverse por sus recovecos.
Recovecos… sí, está lleno de ellos. No hay nada más que hacer que dejarse llevar por sus rincones, de esquina en esquina, saludando a las pocas mujeres y algún hombre. Gente que va y viene. Es muy muy tranquilo. Al menos en temporada baja.
Anduve dos horas para arriba y para abajo. Haciendo fotos, mirando y admirando el paisaje de olivos que no es otro que el valle de Tragea, famoso por sus aceitunas y sus iglesias ortodoxas.
De repente desemboco en una plazuela con una iglesia más grande que las demás. Es la iglesia de Panagia (Virgen María). Preciosa, impoluta en su blanco. Una señora sale de no sé dónde y me habla en griego. Tras aclarar que no soy de allí, me dice por señas que la siga. Lleva una gran llave en la mano, y me va a abrir la iglesia.
Me pide que haga fotos dentro. Sí, sí, que las haga, no que no las haga como podría ser más habitual!
Ella sigue hablando en griego, recitándome los nombres de los santos delante de cada imagen… y yo no hago más que decirle que soy de Spania y no hablo su idioma.
Cómo ir a Filoti: desde Khora, la capital, la ida y vuelta en bus son 5,20 €. En temporada baja, los horarios son: 7.15, 9.30, 11, 12, 14 h…
Apiranthos en un día de tormenta y frío
Reconozco que lo pasé mal este otro día.
Yo iba toda ufana a las islas griegas en el mes de Abril, pensando que haría buen tiempo sí o sí. No sería verano, pero tampoco para llevar ropa de mucho abrigo.
Y ese día la isla se levantó cubierta de nubes, viento y lluvia. A esto vamos a sumar que Apiranthos o Aepiranthos está a una altura de 650 metros, y que tú vienes del nivel del mar.
Apiranthos es un pueblo de montaña, también con su estilo cicládico de casas encaladas, pero de montaña. Hay mucha más piedra, y una torre veneciana. Su nombre significa “lleno de flores”, pero ese día se me negaron.
Sería por lo desapacible que estaba el día. O porque era temporada baja, pero durante buena parte de mi visita me pareció un pueblo fantasma, aunque muy bonito y rodeado de un paisaje espectacular.
Igual que Filoti, subes y bajas constantemente escaleras, y das vueltas y vueltas en lo que es un pequeño laberinto.
El pueblo de los encuentros insospechados
En una de esas vueltas me encontré con un señor que al saludarme, me invitó a entrar en su casa. No sé por qué acepté su invitación, pero el caso es que lo hice. El buen hombre señaló su estufa (menos mal). No hablaba nada de inglés ni yo de griego. No me ofreció nada de beber o comer, y después de intercambiar unas sonrisas (se veía que era una persona agradable), le pedí permiso para hacerle una foto, pero me dijo que no. Dos minutos después decidí irme, ya que no podíamos comunicarnos. Él estaba parado a una distancia respetuosa de mi, y allí se quedó tras aceptar mis agradecimientos.
Salí de nuevo a vagar por las silenciosas calles entre rachas de viento fortísimas. Me iba congelando por momentos.
Volví a donde me había dejado el autobús y me detuve ante una iglesia con un portalón de piedra de mármol blanco. Es la iglesia de Panagia Apeirathitissa, una de las más antiguas de la isla. El mármol está finamente labrado, igual que el campanario… pero estaba cerrada. También la torre medieval y el museo etnográfico. No encontré el museo arqueológico, y por lo visto hay otro museo más que tampoco logré encontrar.
Justo enfrente de la iglesia hay una casita de donde sale una mujer mayor. Me asomo a una ventanuca y veo que es un taller de telas tradicionales, y allí hay varias mujeres tejiendo y bordando. Pido permiso y entro a saludar. Me muestran sus trabajos, y me ofrecen un bolso precioso pero… por 40€!!
Por fin llegó la hora de poder volver en bus. No había dónde comprar billete y el conductor no podía cobrármelo, pero me dijo que no me preocupara, que lo comprara en el siguiente pueblo mientras hacía la parada. Decidí bajarme en Halki.
Halki o Chalki
Un tanto decepcionante este pueblecito que se desarrolla en buena parte junto a la carretera…
Había leído que tiene una basílica bizantina con frescos muy bonitos, pero después de intentar encontrarla andando entre huertos y caminos marcados por vallas de piedra, sin ver un alma a mi alrededor, y a ratos bajo la lluvia, desistí. Creo que está más tiempo cerrada que abierta, al menos en temporada baja.
Halki tiene un par de calles con encanto, diferentes a los otros pueblos. Son casas de aire romántico, pintadas de colores ya desvaídos. Los limoneros y las higueras asoman desde los patios.
La atmósfera estaba cargada de polvo sahariano. Sí, una gran tormenta venida del continente de enfrente se cernía sobre estos cielos y llegaba incluso a Atenas. Me enteré por Twitter gracias a la conexión wifi gratuita del pueblo.
Por eso, al silencio y vacío de las calles se unió un color anaranjado extraño. Como si estuviera dentro de una película, o de un sueño extraño.
Encontré una taberna preciosa regentada por una mujer la mar de simpática. Salió a la calle a invitarme a un café. Yo debía de tener una cara de frío importante. Le dije que quería comer, y voilá! Me dejé llevar por su recomendación y al rato vino con un plato de butifarra a la brasa, tomate natural, aceitunas y una salsa de mayonesa con remolacha. Estaba todo riquísimo y me sentó de maravilla. Para terminar me invitó a un postre que hace ella, una pasta hecha con nueces y uvas pasas.
Ahora que lo pienso, en realidad lo que me sentó bien fue encontrar una cara, que además era muy alegre.
Lástima que el idioma siguiera siendo una barrera imposible, pero aun así, la amabilidad que destilaba aquella mujer fue suficiente para compensarme de un día solitario y frío, muy frío.

Es una delicia leerte. Me transporta al lugar del que hablas.
Muchas gracias, Ana, me alegra mucho saberlo, es lo que intento! 🙂
Abrazo
Es como ir de turismo rural por aquí por España se parece bastante no? El mismo estilo de pueblos, de naturaleza, pero imagino que se notará sobre todo en la cultura ¿no?
Hola Clara: sí, se parece bastante pero efectivamente, la diferencia cultural está ahí, y eso forma parte de su encanto.
Saludos
Lindo, lindísimo todo lo que leo. Me estoy programando para Grecia y me ayudas mucho!
Gracias Silvina!! Me alegro de que te sirva de ayuda! Grecia es un gran destino así que buena elección! 🙂
Abrazo!
He vuelto a trasladarme a Naxos, Alicia. A esa isla que me robó el corazón, sobre todo su interior. He creído volver a pasear calle arriba y abajo por Filoti, encontrándome burritos y señoras dándome su más agradable “kalimera”.
Una pena lo de Chalki, yo lo ví en todo su esplendoroso verano, y su luz y sus colores fueron otros. Aunque tampoco me pareció el pueblo más bello de la isla, la sensación fue otra totalmente. Apirathos también me pareció un pueblo fantasma, por cierto. Y eso que era pleno verano.
¡Qué ganas de volver a esta isla! Desde que estuve allí siempre sueño que será el lugar donde me retire… (bueno, uno de tantos jajaja)
Un abrazo y gracias por volver a trasladarme al corazón de Naxos
Gracias Carol, me alegra mucho haberte devuelto a esta preciosa isla, mucho! ? Un besazo!!!
Muy bueno el post. Me han encantado las fotos!! 🙂 Gracias por compartirlo 😉
Muchas gracias Zaída, me alegro mucho y no hay de qué!! 🙂
Una vez más precioso! No había oído hablar de la isla ni de los pueblos (sólo hemos visitado Thassos en Grecia y no es una de las Cícladas), es una alegría alejarse de las típicas y preciosas fotos junto al mar. Gracias siempre
Qué bien, muchas gracias Sara!! Las Cícladas son una gran apuesta ? Besos!
Alicia
Muy monos los pueblecitos griegos, yo soy de marruecos, de Tanger y me recuerda un poco al estilo de pueblos que tenemos en las costas.
Gracias Arabik! seguro que se parecen, es el Mediterráneo 🙂