consejos para sentirte como un local calle de casas bajitas blancas con plantas en las puertas y dos señoras hablando

Actualizado el 5 enero, 2021

Cuando sales de viaje, no importa que te vayas cerca o lejos. Salir de tu lugar de residencia y de los códigos que forman parte de tu día a día ya es un cambio, y como tal hay que darle la bienvenida. Pero si al mismo tiempo eres de los que cuando visitas otro sitio no te gusta sentirte como un mero espectador y tienes interés en sentir que, aunque sea por un ratito, formas parte de ése lugar… O si tienes curiosidad por verlo “desde dentro” y quizá comprender algo de su idiosincrasia, aquí te dejo unos consejos para sentirse como un local cuando viajas 😊 

Consejos para sentirse como un local cuando viajas 

Usar el transporte público, urbano e interurbano

Uno de los «truquis» más potentes para sentirse como un local cuando viajas es moverte en transporte público. Mucho o poco, siempre podrás probarlo.

Además de ser más barato y sostenible que el coche, viajar como “ellos” te permitirá sumergirte un poco en la vida cotidiana del lugar. Así que sí, deja espacio para coger un autobús, metro, tranvía, ferry o rickshaw.

Si lo haces, podrás observar a la gente (con discreción si no quieres ganarte alguna reprimenda). Sus ademanes, lo que van haciendo, cómo conversan con otras personas, cómo se saludan, cómo van vestidos o qué llevan con ellos. 

Además, en según dónde, es posible que sea un buen lugar para interactuar.

consejos para sentirse como un local: interior de un bus de india

Recuerdo cuando cogía los autobuses de la isla de Naxos para hacer algunas excursiones. La gran mayoría de pasajeras eran mujeres de mediana edad o avanzada (las que no conducen, vaya). Ellas pensaban que yo era griega y me hablaban en su idioma, no sé si comentando el tiempo o quejándose de la velocidad del conductor. Algunas llevaban una redecilla en la cabeza para no despeinarse con el viento. Casi todas hablaban en voz muy alta y gritaban al conductor para que parase donde les convenía, siempre en tono desenfadado. Todo muy mediterráneo

anciana con redecilla en la cabeza sentada en la puerta de su casa encalada

También recuerdo el viaje que hicimos mis amigos y yo entre Katmandú y la frontera con India, en dirección a Benarés. Bueno, no llegamos porque nos encontramos con desprendimientos en la carretera y pasamos toda la noche en medio de una montaña selvática. En esas horas de total oscuridad nuestros compañeros de asiento y desventura se tiraban pedos y eructos sin cuartel. Antes de eso nos amenizaron con una peli de Bollywood, entre otros muchos detalles. Fue una noche épica 😅

Recuerdo también aquél viaje en tren entre Amritsar y Delhi, en el que entablamos conversación con un sij que viajaba con sus padres. Le preguntamos por el matrimonio y cosas así. 

consejos para sentirse como un local: tren de color azul en India

Tengo muchas más anécdotas en la recámara, pero no quiero aburrirte, sólo te digo que es una pena perdérselo!! 

consejos para sentirse como un local: niña asomada a la ventanilla de un bus de quito
Autobús público en Quito (Ecuador)

Aprender unas palabras de su idioma

Soy la primera a la que los idiomas no se le dan bien, pero aprender los saludos básicos, decir «sí» o «no» cuando son expresiones diferentes, preguntar cuánto cuesta algo y saber decir algún cumplido, te facilitará la comunicación cotidiana.

Y créeme si te digo que saludar al tipo de la panadería todas las mañanas, en su idioma, te da esa sensación de «ser de allí» que resulta agradable. Ni que decir tiene que ellos te lo agradecerán y dejarás un buen recuerdo, que no está de más ¡Buongiorno! ¡Namaste! ¡Salam Aleikum!

tienda de queso en Old Leh

Ir al mercado, tiendas y supermercados locales

Ir a los comercios de barrio, los de toda la vida, en vez de a las tiendas de souvernirs para guiris, es otra opción muy buena. No digo ir de visita cámara en ristre, sino ir a comprar lo que necesites.

Por ejemplo, se me rompieron las sandalias que llevaba en el viaje a Togo y Benin, así que decidí ir al mercado y buscar algo para repararlo. En realidad primero me pasó con una, y un par de días después con la otra. Total, que probé los zapateros de ambos países 😎. Para ello fui al mercado de turno, pregunté en los puestos de comida y enseguida me dirigieron a la zona de los zapateros, quienes me cosieron las suelas por unos céntimos. Mientras ellos cosían y yo esperaba descalza sentada en un minúsculo taburete, observé sus herramientas, intercambié algún saludo y me permitieron hacerles alguna foto. 

zapatero de togoville cosiendo mi sandalia sentado en un pequeño taburete al aire libre
Zapatero cosiendo mi sandalia en su taller

Algo más fácil todavía: ¿A quién no le viene bien hacerse con unos frutos secos para las visitas del día, o una fruta para el tentempié de media mañana? ¿O directamente un bocata para apañar la comida o la cena? Recuerdo en especial la anécdota de una tiendecilla de Siena, te lo conté aquí

consejos para sentirse como un local: comer productos de allí como los que venden en esta tienda de alimentación en siena
vendedor de dulces sonriente ante la cámara
Este hombre vendía unas pastas de sésamo y frutos secos en el centro de Beirut tan inolvidables como su sonrisa

Y oye, hay quien incluso se va al peluquero local a hacerse un arreglito! Confieso que no lo he probado, pero no lo descarto 😏

consejos para sentirse como un local barbero afeitando a un cliente en una barbería de India
Barbero de Amritsar

Pasar tiempo en plazas y parques

Dirás “claro, pasaré por plazas y parques”. Y yo te responderé: “sí, pasarás, tú lo has dicho”.

Lo que te propongo es trascender tu papel de turista que llega a una plaza famosa, hace unas fotos y continúa su camino sin volver por allí. Es decir, reservar algo de tu ocupadísima agenda visitando todos los museos que puedas, para dedicarlo a alguno de estos lugares públicos.

Sin mirar el reloj ni el teléfono móvil. Dejando que tu mirada vague entre las escenas que se suceden a tu alrededor. Pasando una hora, dos horas, lo que te apetezca. Incluso puedes volver a distintas horas del día. Seguro que descubres dinámicas que se te habrían pasado por alto con un paseo más turístico que otra cosa. 

señoras sentadas en la plaza mayor de sibiu y una niña pequeña entre las palomas, consejos para sentirse como un local
En la plaza de Sibiu (Rumanía) pasé muy buenos ratos leyendo al sol y observando la vidilla del sitio

Por ejemplo, cuando visité la imponente plaza Naqsh-e Yahán de la ciudad de Isfahan, en Irán, no sólo me limité a observar los maravillosos edificios llenos de azulejos, la fuente, los arcos y las dimensiones del lugar. Es un sitio Patrimonio de la Humanidad y todo lo que te menciono justifica el viaje hasta allí, pero puedes disfrutarla aún más si le dedicas más tiempo.

collage de fotos de las mezquitas de isfahan llenas de azulejos de colores azules
Instantáneas de la gran plaza de Isfahan

En este caso estuve tres días en la ciudad, viajaba con unos amigos, y visité varias veces la susodicha plaza. Hubo tiempo para sentarnos a comer un helado como hacían los iraníes a nuestro alrededor, otro día asistimos a una manifestación…

En una de esas ocasiones se acercaron unos estudiantes universitarios a charlar sobre política. No te extrañe porque esto es muy común en Irán. En otra, los comerciantes nos invitaron a tomar un té al acabar su jornada, sentados en el césped sobre alfombras persas que sacaron de sus tiendas. Para ellos era el ritual de cada día y para nosotros fue una experiencia de lo más interesante.  

Aunque no siempre mis “sentadas” han sido tan fructíferas, siempre que he podido lo he hecho. Sin renunciar a la belleza del lugar, he decidido estar en plazas y parques como si fuera una residente. Y al final, los recuerdos y el cariño hacia esos lugares como que son más intensos, por eso éste es uno de los consejos para sentirse como un local que más me gusta dar.

No hace falta que sean sitios muy exóticos, esto puedes conseguirlo en la Ribeira de Oporto, la plaza Maggiore de Bolonia, o la misma Plaza Mayor de Madrid

san petronio iluminada por luz del sol con campanario cuadrado al fondo y cielo azul imprescindibles de bolonia

En según qué sitios, cuidar tu vestimenta

Esto no aplica a todos los destinos, pero sí a algunos y es importante. No se trata de que intentes disfrazarte o ponerte un traje regional a la primera de cambio, pero la discreción y la observancia de las normas no escritas en ciertos países te harán sentir más cómoda o cómodo, y más próxima a la gente local.

En realidad es una combinación de cosas. Por ejemplo, para sentirse como un local viajando por países musulmanes será mejor que te tapes más de lo habitual, incluso aunque haga calor (o mejor por eso, ya que te protegerás más del sol). De alguna forma sabrás qué sienten las mujeres de allí vistiendo así. Además, muestras respeto hacia ellos y la bienvenida será mejor.

guía de viaje a Sudán
con nuestra anfitriona de Soleb y sus vecinas [Foto de Santi Palacio]

Podría ser al revés, que a ti te guste taparte mucho más que la gente local. En ése caso es muy probable que te sientas lejos de ellos y más fuera de lugar que nunca.

Participar del ocio y eventos locales

Probar o disfrutar de las opciones de ocio del país o región que visitas es otra buena forma de sentirse como un local en un viaje.

Puedes ir al cine, y créeme que hay lugares y países donde es toda una experiencia aunque no entiendas ni jota de lo que dicen en la pantalla. Es el caso de India, pero también de algunas zonas de China

gente viendo una película en la plaza de kashgar en la ruta de la seda
Sesión de cine al aire libre en Kashgar (China)

Si te encuentras con algún evento local, no te des media vuelta o huyas hacia el primer museo que encuentres. Quédate y observa. 

Puede ser una festividad religiosa, una performance de artistas reivindicando su profesión, todo un festival folklórico, o incluso ¡una conferencia del Dalai Lama!

Para no perdértelo hay que ir un poco dispuesta a cambiar un poco tus planes, y si es posible, no sólo asistir como mero observador sino participar o compartir con ellos, aunque esto depende mucho del carácter del evento.

grupo de niños pequeños desfilando desordenadamente bajo hileras de banderas de omán
Festival de Nizwa
mujeres en una conferencia del Dalai Lama
Mujeres en una conferencia del Dalai Lama cerca de Leh
Trapani en semana santa
Semana Santa en Trapani (Sicilia)

Muchas de estas situaciones suelen ser una excelente oportunidad para hablar con la gente local, que además suelen estar abiertos a contarte qué están haciendo y por qué. Al final puede ser una interrupción de media hora o de todo un día sobre el plan previsto o tus objetivos, pero oye, estas cosas no se ven todos los días. 

nobles y músicos avanzan a la puerta del palacio del lamido ngaoundere
En N’Gaoundére (Camerún) nos encontramos con una recepción del Lamido o gobernador local que había convocado a todos los jefes de la región. Nos permitieron asistir, aunque ello supuso no llegar a visitar el zoco y la ciudad, pero oye ¿quién se resiste a algo así? Te lo conté aquí

Adaptarse al horario también ayuda a sentirse como un local

Puede que éste sea uno de los consejos para sentirse como un local más obvios, pero sorprendentemente me he encontrado con mucha gente que se resiste a ello.

Es decir, hay personas que se empeñan en mantener sus horarios aunque sean muy diferentes a los del país o región que visita. Un empeño con más de «yo voy a lo mío» que de otra cosa. Yo te recomiendo que no, que igual que haces con otras cosas, empieza desde el momento “cero” a aplicarlo. 

¿Que el horario de almuerzo es a las 12.30 h. y el de la cena a las 19 h? pues tú comes a las 12.30 h. y cenas a las 19 h.

¿Que la gente se levanta a las 6 de la mañana? pues… tú misma, ja, ja, ja. Bueno, quizá en esto podamos relajarnos un poco, aunque también te digo que hay muchos viajes en los que madrugas esto y más, porque si no te quedas sin horas de luz diurnas en un suspiro. 

Lago Naivasha al amanecer
Y lo que mola hacer fotos con la luz del amanecer… 😊

Comer en sitios locales y dejar que te adopten

Otro consejo que puede resultar obvio, pero puede que no lo sea tanto. 

Te propongo que elijas a conciencia los bares, tascas, restaurantes o mercados en los que ir a comer. También que busques más los menús del día que la carta. Y que huyas de las franquicias de hamburguesas, pizzas, kebabs y todas esas cosas.

puestos de carne y pescado a la brasa en kribi sur de camerún
Puestos de pescado a la brasa en Kribi (Camerún)

¿Para qué optar por la comida y bebida más globalizada y más impersonal, uniforme, que es igual o muy parecida a la de tu ciudad? Salvo un caso de necesidad (llevas meses andando por ahí y añoras sabores un poco más occidentales), yo te diría que huyas de ellos y te vayas a los sitios más locales. 

gastronomía galápagos
Cenando en un chiringuito de Islas Galápagos

Además comer de menú o el plato del día no tiene por qué significar renunciar a los platos típicos, ahí depende de tu búsqueda, y sí suele ser más barato. 

En tu búsqueda de sitios más cotidianos, te sugiero un par de cosas: fíjate en la clientela y evita los sitios en los que dominan los extranjeros.

Para los sitios muy turísticos: lo conseguirás mejor, y normalmente más barato, explorando las calles secundarias. 

comer en palma de mallorca es rebost tabla
Tabla de quesos en Palma de Mallorca

Una anécdota viejuna: hace muchos años, décadas, viajé a Granada con unos compañeros de la universidad porque íbamos a hacer una pequeña ponencia en el Congreso de Sociología Nacional de ése año. No teníamos mucho presupuesto para el viaje, así que mirábamos mucho los gastos.

La primera noche salimos a cenar y uno de mis compañeros dijo: vamos por las calles secundarias que siempre será más barato. Encontramos un bar cuyo dueño era de Grazalema, un pueblo de la provincia. Tenía jamón y otros ricos embutidos de dicho pueblo, y su mujer estaba dispuesta a prepararnos lo que quisiéramos. La cena, además de riquísima, salió muy barata, y además charlamos un rato con ellos.

Al día siguiente volvimos con más compañeros para comer el menú del día y negociamos un precio para los siguientes. Nos trataron como a sus hijos, pendientes de lo que comíamos cada uno en todo momento 🥰

Notarás que en dicha anécdota hay otro elemento a tener en cuenta: déjate «adoptar» por un restaurante o cafetería. Si te gustó mucho el desayuno y el trato, vuelve. Te reconocerán y puede que te sientas como un vecino más.

gente andando por calle estrecha con bares qué ver en getaria y alrededores

Dormir en casas particulares (o yurtas, por ejemplo)

Este capítulo puede ser algo polémico, pero para dejarlo claro desde el principio yo no me estoy refiriendo a los apartamentos ilegales que han proliferado en el centro de las grandes ciudades turísticas. 

Tampoco me refiero al “couchsourfing”, no por nada sino porque no lo he practicado nunca. Alguna vez he podido dormir en casa de algún local, pero ha sido algo fortuito o bien una invitación personal. Yo soy de la opinión de que, teniendo recursos, prefiero poner mi granito de arena pagando alojamientos locales y legales (hostels, bed&breakfast, hoteles, pensiones, campings, etc.). 

En algunos países hay opciones de alojamiento gestionados por familias, que suelen ser casas tradicionales. Me estoy acordando de Sudán (casas nubias), Perú (casas de turismo vivencial donde viven ellos también), o Kirguizstán y Mongolia (campamentos de yurtas llevados por una familia). 

mujeres en el patio de una casa nubia donde dormimos una experiencia para sentirse como un local
Patio de la casa nubia de Soleb donde dormimos (Sudán)

Lo bueno de este tipo de alojamientos es que puedes interactuar más con ellos, te tienes que adaptar a las condiciones del lugar (sin baño ni agua corriente, o cocinando en cuclillas), y puedes ver qué hay detrás de las puertas y ventanas que contemplas desde el exterior. 

interior de ger con cama de madera pintada de colores viajar a mongolia
yurta de Mongolia

Es decir, no siempre tienes que refugiarte en tu hotel burbuja que te separa de la realidad del lugar que visitas, y a cambio puedes ganar un poco más de comprensión sobre lo que te rodea. De alguna forma, en definitiva, ayuda a sentirse como un local.

sentirse como un local haciendo turismo vivencial en perú, como en la Peninsula de Capachica donde este grupo nos recibe
Comité de bienvenida en la Península de Capachica. Nos distribuimos de dos en dos en varias casas particulares para pasar una noche con ellos. En mi caso era una habitación humilde y pequeña, similar a la suya anexa.

Hasta aquí mis consejos para sentirse como un local en tus viajes. Seguro que se me olvida -o no conozco- alguno importante así que por favor, no dudes en dejar un comentario en este post para poder compartirlo con el resto del personal que pasa por aquí (y conmigo)!! :) 

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