capital de togo

Actualizado el 13 febrero, 2023

Pues sí, la capital de Togo es Lomé, una ciudad bastante próspera para los estándares de las ciudades africanas, gracias a que allí está uno de los principales puertos de mercancías del Golfo de Guinea. Pero antes te presento a Togo, oficialmente República Togolesa, que es un estado estrecho y alargado, como encajado en el mapa.

Pequeña introducción a Togo

Togo aparece en el mapa como encajado, apretado entre Benin y Ghana. Ya sabemos que estas fronteras no son naturales, ni étnicas, ni nada parecido. Fueron impuestas por la regla y el cartabón de los colonialistas.

A pesar de su tamaño, Togo está dividido en cinco regiones, cuatro de las cuales cruzamos rumbo a Lomé, en la región Maritime.

El cambio, viniendo de Benin, es casi imperceptible. Uno tiene que esforzarse en mirar una y otra vez a las caras de los togoleses para encontrar diferencias con sus vecinos. Y seguramente no lo conseguirás. Claro.

Aquí también hay un País Somba, la otra parte del país que forzosamente fue escindido en dos. También hay mercados y altares de fetiches como en Benin, de la misma forma y con los mismos artilugios.

Aquí también la tierra es roja. 

joven pintor junto a sus cuadros en la capital de togo lomé
Artista de la capital de Togo

Pero es cierto que poco a poco te das cuenta de que en Togo las carreteras son mejores o se están renovando con más celeridad (con inversión china). Que la gente en muchos sitios parece mejor alimentada, y que hay más mercancías a tu alrededor.

Los móviles, los coches, las placas solares. Son cambios sutiles, pero están. Después lees por ahí lo que sospechabas, y es que la vida de Togo es un poco más boyante, aunque la mayoría de la población vive con poco más de 2$ al día.

El epicentro de la economía está en la capital de Togo: Lomé.

Tres rincones imprescindibles tiene Lomé, la capital de Togo, una ciudad que no llega a los dos millones de habitantes. Bueno, tiene muchos más pero en una corta estancia de un día es lo que te puede dar tiempo a ver.

Casi fue un choque encontrarme rodeada de tanto y tanto tráfico, y regulado por semáforos que ¡se respetan! (no pasa tanto con los carriles, giros, etc.). Tráfico que hizo que tardásemos casi una hora en llegar a la playa.

murciélagos volando sobre copas de árboles con nubes rosas de atardecer en la capital de togo
Desde el balcón de mi habitación contemplé el atardecer en Lomé. Miles de enormes murciélagos volaban en bandadas en los árboles de enfrente. Recordé otro atardecer también con murciélagos en Ouagadogou.

Luz de sol y cielo azul por fin. Habían brillado por su ausencia en buena parte del viaje que estábamos haciendo. Arena preciosa, barcos y más barcos mercantes en el horizonte, y muchísimas motos, casi tantas como en Hanoi. ¡Quién me lo iba a decir!

calle con motos y grandes árboles en la capital de togo
Motos en una de las calles de la capital de Togo

Enseguida me di cuenta de mi propia sorpresa. Llevaba ya unos cuantos días circulando entre poblaciones de casas de no más de un par de alturas y además muy dispersas, y entre campos y montañas muy verdes. Bajo cielos encapotados la mayor parte del día.

Y de repente llegamos a una ciudad con todas las letras y un cielo azul

En la capital de Togo hay algunos «rascacielos», hay asfalto, hay semáforos a los que se les hace caso, hay bastante limpieza (no en todos los rincones pero más).

calle del mercado de la capital de togo
Calle del centro de la capital de Togo

Frente a la playa hay hoteles muy decentes que puedes ver aquí. El nuestro tenía habitaciones con parquet y edredones nórdicos, agua caliente… un lujazo increíble! Lo que vendría a ser un hotel de 3 estrellas en España, allí como si fueran 7 estrellas, oye. Da pena utilizar el baño para lavar ropa y ponerla a secar 😂

Miles y miles de coches de segunda mano

Circulando hacia uno de los rincones que ahora paso a contar, por una autovía alzada, contemplo a mi derecha la mayor extensión de coches nunca vista por mis ojos hasta ahora.

Son los coches de segunda mano que vienen de Europa en los contenedores de los grandes barcos mercantes y desembarcan aquí, en la capital de Togo, entre otros puertos, supongo.

Son coches para nosotros antiguos que se distribuirán por toda África. Vivirán una segunda o tercera vida apañados con alambres, tuercas, gomas y todos los ingenios que te puedas imaginar.

Esos coches de los que en nuestros países la gente se deshace y el gobierno anima a ello con subvenciones, para que la industria no se pare, y a veces también dicen que para no se contamine más, o mucho.

Esos mismos coches para nosotros ya viejos y poco «cool» llegan allí. Como una plaga se quedan en África, a seguir lanzando los gases tóxicos de siempre a la misma atmósfera.

También es verdad que esos coches permitirán emprender negocios, hacer la vida más fácil a los de allí, a llevar ayuda a los que lo necesitan cuando lo necesitan, entre quién sabe cuántas cosas más.

Pero en definitiva, trasladamos el problema a otra latitud y nos creemos que estamos haciendo lo correcto porque dejamos de verlo.

Y las empresas e industrias de siempre, que ahora se visten de verde, se siguen haciendo de oro. Manda huevos.

No me dio tiempo a hacer una foto y no conviene además. Tampoco a los policías, y de hecho Paul me echa una reprimenda porque al intentar grabar un vídeo del tráfico mientras rodamos por las calles de Lomé… un poli andaba por allí. Bajé la cámara enseguida y parece que el susodicho no se dio cuenta, pero aprendí la lección 😅.

Volviendo a cómo es la capital de Togo, decir también que la frontera con Ghana está a un paso. De hecho no hace falta salir de la ciudad.

El tráfico de mercancías es constante, infinito, de día. Pero cuando cae la noche se hace el silencio, y no hay un alma por las céntricas calles de la capital de Togo, de Lomé.

¿Qué podemos ver en la capital de Togo?

Lo acabo de advertir unos párrafos más arriba: tres rincones tiene que no hay que perderse, y dos de ellos son mercados. Ahí es ná. Vamos con ellos.

El mercado de fetiches de Lomé

Recuerdo que subí una foto a Instagram (¿no me sigues ahí? ejem…) esa noche, acompañándola de un: «esto es puro rock & roll».

Sí, este mercado no es apto para «almas sensibles». Cualquiera de los mercados de fetiches que encuentres en Benin y en Togo, son así. La particularidad de este es que pagas una entrada por ser extranjero, con/sin derecho a hacer fotografías -según tarifa- y a que un guía turístico te cuente qué estás viendo.

Ya puestos, si quieres, puedes pasar a ver a un sacerdote vudú

Te explicará cómo santifica a los fetiches y les llena de la fuerza y energía que harán que cumplan su función.

Los fetiches pueden ayudar a curar una enfermedad, proteger a alguien que quieres, que la fortuna llegue a tu casa,  que se enamore de ti esa persona de la que estás enamorada, y un largo etcétera. Según sus creencias.

Puede prepararte desde un pequeño amuleto para colgarte al cuello, hasta una figura de madera del tamaño que quieras. O un saquito de semillas para el dolor de cabeza o para dormir bien. También «viagra» que preparan con unas ramas de olor dulzón.

Por supuesto, nada vale sin la bendición y magia del fetichero

Estos sacerdotes están en unas cabañas que rodean el perímetro exterior de los puestos de «ingredientes». A puerta cerrada harán el fetiche que les pidas (y cobrarán en consecuencia). También a los turistas.

Se regatea, y duramente por cierto, aunque no sé a ciencia cierta si para los locales tienen tarifas fijas y más que probablemente mucho más bajas.

Yo compré un muñeco vudú porque mi hermano me lo había encargado. Él, que nunca pide nada -no preguntes, yo decidí no hacerlo-.

Opté por unas figuritas que, después de decir 3 veces su nombre susurrándolo mientras el chamán recitaba sus fórmulas, se supone que le traerán prosperidad al hogar. ¡Una situación de lo más friki!!

buitre disecado en el mercado de fetiches
Buitres disecados en el mercado de fetiches de la capital de Togo
10 cosas que ver en Togo y Benin
Fetiches vudú en la habitación del sacerdote vudú de la capital de Togo
fetichero mirando a la cámara mientras prepara muñecos vudú en la capital de togo
El fetichero de la capital de Togo con los muñecos para mi hermano

En otros mercados de fetiches, por ejemplo el de Ouidah, levantar la cámara es jugarte como mínimo una gran maldición

En general no son bien recibidas las muestras de curiosidad de los blanquitos, así que… Si no puedes resistirte a hacer unas fotos, y también a husmear y que te cuenten de qué va todo eso, este mercado es una buena opción.

El mercado de fetiches de Lomé puede ser una experiencia muy fuerte

El olor es difícil de transmitir, pero si te cuento que el mercado consiste en un montón de puestos llenos a rebosar de cadáveres de animales secados al sol, te puedes hacer una idea.

cabezas de serpiertes cobra disecadas en mercado de fetiches de la capital de togo
Serpientes cobra disecadas en el mercado de fetiches de la capital de Togo

Si te cuento que además hay, literalmente, animales abiertos en canal secándose al sol desde hace unas horas, un día o dos días, te puedes hacer una idea. Y te voy a ahorrar la imagen.

También hay muñecos, tallas de madera con o sin clavos, collares hechos con vértebras de serpiente, penachos de plumas.

Pero el grueso son cadáveres de todo tipo de animales: serpientes, ranas, perros, gatos, murciélagos, ratas, buitres, monos de distintas especies, conejos, cráneos de caballo, pajaritos, etc.

dos filas de muñecos vudú en un puesto de venta del mercado de fetiches
Muñecos vudú esperando a su futuro dueño en la capital de Togo

Lo peor, si se puede poner una escala, son las cabezas de león y alguna mano de gorila. Especies en peligro de extinción que nos aseguraron traen de otros países africanos, como si eso les exculpara a ellos.

cabezas de león disecadas en el mercado de fetiches de la capital de togo
Cabezas de león disecadas en el mercado de fetiches de la capital de Togo

Yo le dije al guía que no me parecía bien, cuando nos señaló las cabezas de león disecadas con una sonrisa y como si fuera algo valioso. Además de la fútil información de que «no son de aquí, vienen de otros países», hizo un gesto de disgusto. Como no quería meterme en líos, decidí parar, aunque la que se puso seria a partir de ahí fui yo.

Seguro que los gestos de disgusto no logran acabar con este infame comercio de animales en peligro de extinción, pero quizá aporte algún granito de arena.

El vudú es realmente importante en estas sociedades, tanto como las grandes religiones que todos conocemos.

fetiche que es una escultura de hierros entrelazados y campanas en la capital de togo
El fetiche del mercado, para proteger a los feticheros y comerciantes. Es también una especie de altar a los dioses vudú.
niño del mercado de fetiches de la capital de togo con dos muñecos vudú en la mano
¿Aprendiz de chamán, sacerdote vudú, o fetichero?

Precio de la entrada (agosto 2015): 3.000 CFA sin fotos y 5.000 CFA con fotos. Está incluido el guía.

Una buena idea es recurrir a los servicios de cambio de moneda con Exact Change antes de ir al país. Yo misma lo he hecho para varios viajes. Puedes comprar online en su página web o por teléfono en 900 103 740 / 683 597 459. Si lo haces por teléfono, o si entras en su web otro día, añade el código VIAJESDEALI para que sepan que vas de mi parte.

El gran mercado de Lomé

El gran mercado de Lomé es otro de los sitios a visitar en la capital de Togo sin ninguna duda. Es un gran mercado consistente en calles llenas hasta los topes de todo tipo de mercancías organizadas por sectores.

En este mercado, vibrante y lleno de color, no te extrañe si de pronto se hace sitio a los hombres para que se puedan arrodillar de cara a la Meca cuando suena la llamada del moecín.

La parte más llamativa es la de las telas. Sí, esas famosas telas africanas de colores y diseños brillantes, vibrantes, que la mayoría de mujeres del África Occidental visten.

Estas telas, llamadas Kanga en esta parte del continente, no se fabrican en África. Se fabrican en India, China, y las de más calidad en Holanda… sí, como lo oyes.

gente pasando con bandejas en la cabeza y una moto con dos hombres en el mercado de la capital de togo
Gran mercado de la capital de Togo

Las reinas del mercado, las Nana Benz

Precisamente en la zona de las telas, que coincide con la entrada a las tiendas de telas de tal forma que parecen estar adorándolas, son famosas las Nana Benz.

Las Nana Benz son mujeres que se han hecho ricas con la venta al por mayor y menor de estas famosísimas telas que llegan al puerto de la capital de Togo.

Y sí, lo de Benz viene de ahí, de que tienen pasta para aburrirse comprando coches de esa marca que un día fue el gran símbolo del lujo.

capital de Togo
Mujeres de la capital de Togo en el mercado de telas

Son mujeronas enormes, a lo alto y a lo ancho. Son mujeres que miran de reojo, desde arriba, que no hacen concesiones de amabilidad. Están por encima de los demás y lo saben.

telas africanas con estampados de colores apiladas en el mercado de la capital de togo
Pilas de telas africanas en el gran mercado de la capital de Togo

Les importa un pimiento si quieres comprar una pieza de su mercancía. Realmente te miran con desdén. Y ni hablar del peluquín el prestarse a posar para tu cámara. Tampoco su tienda.

Hay otras vendedoras más humildes que venden sus telas en puestecitos delante de estas tiendas. Quizá algún día lleguen a formar parte del club de las Benz, quién sabe.

Ahí puedes buscar la que más te guste mientras bromeas con ellas o les pides consejo acerca del diseño y colores. O ayuda para encontrar lo que buscas en la pila de piezas. Con ellas puedes regatear y reírte, y quizá al final hasta les puedes hacer una foto.

mujer que vende telas en la capital de togo con peluca de color castaño claro
Vendedora de telas de la capital de Togo

Insisto mucho en lo de poder hacer fotos, ¿no? Es que en estos mercados el rechazo a la cámara es francamente importante y constante. Todo un desafío que ya conté en el post Sin mirar por el visor.

venta de pelucas rubias, morenas, pelo liso y rizado, en la capital de togo
El último grito en pelucas… ya te habrás fijado que se usan muchísimo!!

La playa de Lomé

Llegamos al tercer y último rincón que puedo recomendar de la capital de Togo. Su playa.

Enorme, larguísima, dicen que peligrosa, así que mejor recorrerla en grupo y/o sin objetos de valor (el riesgo es que te roben, nada más).

barcas de madera muy largas en la playa junto al mar en la capital de togo
Barcas en la playa de Lomé

Hay algunos chiringuitos en los que sentarse a tomarse un refresco contemplando la bravura de las olas que hacen del baño un imposible, aunque hay zonas donde sí es posible, según apunta un lector togolés en los comentarios de este mismo post! 😊

Algunos vendedores -exactamente igual que aquí- te ofrecen desde baterías extra para el móvil, hasta pulseritas y collares.

Las barcas labradas en troncos de árbol enormes descansan después de la jornada de pesca al lado del chiringuito.

La música suena alta, alguien se pone a bailar.

Y se está muy bien, así que sí, hay que pasar una hora, dos, las que sean. Con algo de precaución, pero no hay que dejar de ir a la playa de la capital de Togo, Lomé.

capital de Togo
Barca con redes de pesca en la playa de la capital de Togo
barcas en la playa y un hombre haciendo equilibrios junto al mar en la capital de togo

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