bani burkina faso

Actualizado el 28 diciembre, 2018

La parte saheliana de Burkina Faso tiene sorpresas como ésta. Bani, un pueblo que es famoso por sus 7 mezquitas de adobe. Un pequeño rincón junto a la carretera principal por la que nos dirigimos a la «Reserva del Sahel», un espacio protegido en esta franja de África que se extiende entre Burkina y el vecino Mali. Hoy no se puede ir por culpa de los islamistas, hasta donde yo sé.

La historia de Bani, la ciudad de las 7 mezquitas de Burkina Faso es de lo más curiosa

Las mezquitas de adobe despuntan en el paisaje. Barro y madera son los principales elementos, casi únicos, de construcción. Un resultado natural, elegante, bello. No son mezquitas antiguas, pero sí tienen unas cuantas décadas a sus espaldas. Siguen la fórmula básica de construcción de la llamada arquitectura saheliana. He aquí su historia:

Un hombre del pueblo, adinerado, tuvo una serie de sueños donde «alguien» le indicaba que debía construir una gran mezquita.
Decidió ponerse manos a la obra. Sin conocimientos arquitectónicos, ni prácticamente herramientas, con sólo sus manos y la ayuda de sus hijos, erigió la mezquita principal.

Desde luego es para ganarse el Paraíso…

mezquita de adobe en medio del campo en bani la ciudad de las 7 mezquitas
mezquita de adobe en bani la ciudad de las 7 mezquitas

La «gran mezquita» es realmente grande. Con dos pisos de altura, destaca la decoración de su fachada principal donde unas figuras antropomorfas son las protagonistas. Este es un detalle algo raro en el Islam, ya que estas representaciones están prohibidas. Supongo que es una muestra de la mezcla de esta religión con el animismo ancestral.

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Burkina Faso mezquita de Bani

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Unas aparecen con los brazos hacia arriba, y otras con los brazos hacia abajo, alternándose. ¿Por qué? Porque estas son las posturas básicas del momento de la oración, como sabréis, en el Islam. Una forma «al más puro estilo románico» para que todo el mundo recuerde cómo se debe de rezar :-)

Sucesivos sueños fueron originando las sucesivas mezquitas, todas orientadas a la primera (en vez de hacia la Meca) que se desperdigan por el pueblo y sobre todo por la meseta volcánica que hay junto al mismo. Subimos, y desde allí la vista de un Sahel reverdecido por las últimas lluvias nos recompensa del pequeño esfuerzo que sin tanto calor hubiera sido ínfimo…

mezquita de adobe sobre colina bani la ciudad de las 7 mezquitas

La visita a la gran mezquita debe hacerse con un guía local. Creo recordar que era un familiar del hombre que la construyó, ése visionario que decidió propagar el Islam en su tierra de esta forma tan poco convencional y esforzada.

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niños poniendo caras ante la cámara en la gran mezquita de Bani

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Recuerdo que algunos niños nos seguían. Juguetones, pendientes de nuestra reacciones y actos.

mujeres con barreños en la cabeza junto a la mezquita bani la ciudad de las 7 mezquitas

El pueblo se hallaba muy tranquilo. Era media mañana  y los hombres estarían trabajando o dormitando en las sombras. Las mujeres se entregaban a la tarea de hacerse esos magníficos peinados de trencitas, a la sombra de una acacia. Al lado de la carretera, junto a los coches, nos ofrecían huevos cocidos. Muy ricos, son una buena opción para tomar algo junto con un trago de agua, y artesanías hechas con paja o calabazas pintadas de colores.

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burkina faso

Bani

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Tratando de aprovechar la rara visita de los blancos, tratando de ganar un dinerillo que aliviara algunas de sus estrecheces.
Alguien nos pidió también alguna pastilla para aliviar el dolor de cabeza, espalda o estómago. La medicina del hombre blanco es más que apreciada, aunque a veces sea sólo para «sentirse mejor». O para mitigar los dolores de cosas mucho más serias que no saben explicar. Puede que los calambres del hambre, quién sabe. Es difícil sustraerse a estas peticiones, sobre todo cuando consideran que cualquiera de nosotros sabe lo que hace, que somos médicos. Lógicamente hay que ser cuidadoso y si decidimos darles algo hay que acompañarlo de una explicación sencilla pero clara, y un gesto de seriedad suficiente.

3 niños en bani la ciudad de las 7 mezquitas

Después de un par de horas dejamos Bani la ciudad de las 7 mezquitas, ése pueblo con ése atractivo tan peculiar, para adentrarnos en uno de los lugares más inhóspitos en los que he estado en mi vida: el Sahel.

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