Actualizado el 30 junio, 2019
Quizá uno de los sitios que más me gustaron de los que visité en Vietnam, fue Hanoi. Su nombre se me antoja evocador, poético, y la verdad es que desde el primer momento me sentí a gusto allí, a pesar del calor y grado de humedad que nos recibió como un bofetón al bajar del avión.
Qué ver en Hanoi
El Barrio Antiguo
Conocido por los franceses como Cité Indigéne, marca del pasado colonial, el barrio antiguo de Hanoi es una amalgama de calles y callejuelas hecha a base de edificios coloniales, la mayoría con pinta de estar a punto de irse abajo. El moho y el verdín generados por el clima son los dueños de las paredes, aparte de los manojos de cables que cubren sus esquinas…
Salir a la calle bien pronto te regala el comienzo del día. La gente va y viene de comprar el pan, desayunan una sopa acuclillados, compran fruta…
El barrio está hecho también a base de una marea de motos y ciclos que después de unas horas de paseo llegas a odiar hasta lo más profundo de tu ser. El peatón, al menos el occidental como yo, se sentirá menospreciado y amenazado en las horas punta de tráfico, os lo aseguro.
Calles con aceras absolutamente invadidas por las motos (again) aparcadas, los puestos callejeros, o las señoras que salen a matar el pollo de la cena, armadas con un cuchillo de cocina -os ahorro el «durante»-.
Lago Hoa Kiem
Pero Hanoi tiene sus islas de paz entre tanto ajetreo, como el famoso lago Hoa Kiem y el estrecho pero refrescante parque que le circunda.
La leyenda dice que el cielo mandó al emperador Le Thai To (s. XV) una espada para expulsar a los chinos de Vietnam. Un día después de la batalla se encontró con una tortuga gigante nadando allí. La tortuga se llevó la espada con ella, dicen que para devolverla a sus dueños divinos.
Es muy recomendable sentarte un rato a observar el ocio vietnamita, o a contemplar las aguas de dudosa limpieza. Puedes buscar con la mirada soñadora señales de una de esas tortugas que dicen que habitan el lago y que traen suerte a quien las ve.
El Templo de la Literatura
El Templo de la Literatura es otro de los lugares más famosos y también «oasis» de Hanoi. Es cierto que me sorprendió por el aspecto tan «chino» que tiene, pero está lleno de detalles, empezando por las tortugas que son símbolo de la inteligencia, del intelecto.
Aquí se estableció la primera universidad de Hanoi, para educar a los hijos de los mandarines.
Y sí, es que yo me imaginaba o aspiraba a encontrar una identidad más diferencial en Vietnam, pero resulta que no. La influencia china se palpa en cada esquina y desde luego en sus templos.
El mausoleo de Ho Chi Min
Cierro los ojos y recuerdo la visita al mausoleo de Ho Chi Min, un hombre que no quería ser enterrado ni venerado, sólo incinerado de manera sencilla. En cambio mira, ha acabado embalsamado y expuesto a las miradas de todo tipo de extraños, de todas las nacionalidades, que desfilamos ante su cadáver.
Una visita en la que no puedes pararte (obligatoriamente), en la que te encuentras en un salón enorme con luces rojizas, velas, «soldaditos de plomo» perfectamente inmóviles excepto para pedirte que pongas las manos a la espalda y te calles. Por supuesto, cámaras y todo lo demás han de quedar fuera.
Dicen que cada año envían a Rusia al bueno de Ho Chi Min para su conservación.
El espectáculo de las marionetas de agua
El espectáculo de marionetas de agua es una antigua tradición que hoy en día se puede ver en un teatro junto al lago Hoa Kiem. Teatro que se suele abarrotar de turistas. Consejo: compra las entradas con antelación, esa mañana por ejemplo.
Cuesta abstraerse de la sensación inevitable de «guirilandia», pero el espectáculo es muy bonito, con músicos marcando el ritmo de las marionetas que son manejadas por hombres y mujeres con palos larguísimos.
Pero además de qué ver, en Hanoi se siente
Quizá me pareció una ciudad amable porque según llegamos, a eso de las 6 de la mañana, salimos a dar una vuelta y nos encontramos con una ciudad tranquila (aún), olor a pan recién hecho (las baguettes es una de las herencias francesas que han quedado), vendedoras de fruta (sobre todo lichies) que te ofrecen probarla con una gran sonrisa y amabilidad, gentes desayunando su bol de sopa (pho) con fideos y carne en las mini-sillitas en las que siempre se sientan a comer en la calle y que tanto me habían sorprendido unos años antes en Birmania…
Cierro los ojos y recuerdo cómo el monzón descarga de repente y en una perfecta sincronía aprendida los motoristas paran medio segundo para ponerse una capa de plástico con la que protegerse a sí mismos y a su moto (¿querida moto?), y continuar bajo el torrente de agua. Torrente que no duraba más de 20 ó 25 minutos y que no te hace pasar frío, porque el calor continúa.
Hay más Hanoi, mucha más Hanoi de lo que cuento aquí. Cierro los ojos y sigo evocando imágenes, sensaciones, temperaturas, sabores, olores, movimientos, y pienso que no me importaría volver, a pesar de que Vietnam no es uno de los destinos que me haya conmovido o maravillado especialmente, y en realidad no sé muy bien por qué.
Más posts de Vietnam
- Recuerdos de la guerra de Vietnam
- Mercado de Bac Ha
- Hoi An, la antigua Faifo
- La Bahía de Ha Long
- Qué ver en Hanoi, esa ciudad
- El Norte de Vietnam: trekking en la zona de Bac Ha
Precioso paseo por Hanoi, gracias por hacernos viajar tantos kilómetros sin movernos del sillón.
Y por otra parte me alegra que te gustara mi blog.
Saludos de ANTONIO "fotosdeaquiydealla"
Gracias, Antonio! :)
Que bueno!!
el Sudeste Asiático es increible. A ver si este año puedo dar una vuelta por allá.
Muy buen post y fotos.
Saludos
Ja, ja, sí es increíble, aunque a veces abruma… ;) Muchas gracias, Gildo!
Saludos,
Lo que mejor pinta tiene de esta ciudad, es la diversidad que tiene, zonas ruidosas repletas de motos, donde el caos impera y luego lagos y parques donde la tranquilidad es total.
La verdad que el sudeste asiático es una maravilla :)
Estupenda entrada. Saludos!!!
Gracias Jose Carlos! totalmente de acuerdo contigo en lo que comentas de Hanoi ;)
Qué gracia me ha hecho lo de que salen con el cuchillo a matar al animal!!! Últimamente ando pensando en Vietnam como próximo destino y cada vez que leo cosas de allí me entran más ganas de ir, me ha gustado mucho tu forma de narrar y si al final puedo ir buscaré las tortugas a ver si me dan suerte. Un besote. ;-)
Gracias Adela!! Seguiré publicando sobre Vietnam ;) aunq no es un pais q me gustó especialmente, te recomendaría Birmania q es una pasada y los vuelos creo q mas baratos (Vietnam, al menos en verano es carísimo!) eso si, se moderniza rapidísimamente asi q si estas decidida no lo dejes mucho ;)
Un beso guapa!
Hola,
Me ha gustado el relato, simplemente la vida cotidiana en Hanoi. Unido a unas fotos soberbias que han sabido captar el día a día.
El dichoso calor húmedo condiciona mucho las visitas al Sudeste Asiático, pero muchas veces no queda otra, en mi caso por el trabajo sólo tengo el mes de agosto y es muy mal mes en todos los sentidos. Recuerdo en la India, cómo sudé !!
Un abrazo.
Hola Victor! estamos igual en lo de Agosto ;)… muchas gracias por tu comentario!!